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martes, 29 de marzo de 2011

¿Hay falta de ideas en la televisión americana?

Skins, Being Human, Shameless. ¿Qué tienen en común estas tres series? Para empezar que las tres son producciones inglesas, que las tres llevan varias temporadas en antena cosechando muy buenos datos, que las tres han sido adaptadas por cadenas americanas y se están emitiendo actualmente en los Estados Unidos. No son un caso único, no es la primera vez que los americanos deciden hacer un remake de series inglesas. Algunos han prosperado como The Office, otros no han tenido tanta suerte como el caso de The It Crowd. Sin embargo las cadenas estadounidenses no se dan por vencidas y continúan adaptando series inglesas. En breve, Free Agents y Prime Suspect, saltarán al otro lado del charco.

¿Por qué? ¿Los americanos no son capaces de hacer productos propios? ¿Carecen de ideas originales? En muchos casos sí pero también lo hacen por que es cómodo, es más fácil adaptar el trabajo de otros a tener que pasar por todo el proceso de creación, preparación y presentación de una nueva serie. ¿Habéis visto Episodes? Trata sobre una pareja de guionistas ingleses que viajan a Los Ángeles para hacer un remake de su serie. Es muy interesante ver las diferencias a nivel laboral y creativo de ingleses y americanos, uno de los aciertos de Episodes.

Personalmente creo que los remakes de las series inglesas nunca superan en calidad y contenido a las originales. El producto inglés tiende a ser arriesgado, original, impactante. Sus historias, siempre más breves que las estadounidenses, son más creíbles, más humanas. Mejores. Si tengo que elegir me quedo con The Office y Ricky Gervais, el original, el que cambió la forma de hacer y entender la comedia. Una de las cosas que menos me gustan de estos remakes es la ingente cantidad de capítulos que utilizan para contar algo que los ingleses son capaces de presentar en, generalmente, seis episodios.

Y las series inglesas nos son las únicas que adaptan, hemos visto como series israelíes, danesas o canadienses también se convierten en productos norteamericanos.

Además de los remakes de series extranjeras, la televisión americana está echando mano de los remakes de series propias: Nikita, Hawaii Five-0, 90210, las futuras Wonder Woman y Angel´s Charlie. Me parece destacable el aumento de los remakes. Cualquier día aparecen con la idea de una nueva Cheers o una nueva The X-Files. Hay una enorme carencia de ideas, parece que hay incluso un cierto miedo a la originalidad, querer jugar sobre seguro no es algo necesariamente malo pero cuando se convierte en lo habitual, cuando se prima el remake sobre la nueva propuesta es que algo no va bien.

Hay ciertos remakes que resultan buenos, interesantes e incluso necesarios; sin embargo hay series que son intocables. ¿Cuales? Eso es algo subjetivo, interiorizado por el cariño y el buen recuerdo que tengo de ciertas series. No considero necesario un remake de Buffy ni de Friends ni de Northern Exposure aunque no descartaría un remake de MacGyver por ejemplo. Pero dentro de muchos muchos años. Hacer remakes de series que practicamente terminaron ayer, que aún permanecen fuertemente arraigadas en la memoria colectiva me parece innecesario, cómodo y poco interesante.

Así pues, entre remakes de series extranjeras y remakes de series antiguas la televisión actual norteamericana sufre de una evidente escasez de ideas, de un miedo exacerbado a la novedad, al riesgo. Cierto que muchas de las nuevas propuestas televisivas no consiguen cuajar ni triunfar y terminan siendo canceladas o peor aún no pasan del piloto, pero eso no quiere decir que se deba dejar de intentar innovar en un medio que está demostrado que puede dar mucho de si.

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