La octava temporada de Smallville nos va atrapando de a poco, creo que podemos decir que el interés va creciendo, pero que todos sentimos un poco la rareza de las cosas nuevas. Tess Mercer de alguna forma representa al enemigo visible de Clark Kent, estando al frente de Luthor Corps es quien genera más desconfianza.
Repitiendo de alguna forma la fórmula de los primeros años de Lex, Tess parece no ser tan mala como pretende ser. En el episodio 3 de la octava temporada vimos como Tess tiene aun espacio en su corazón para la bondad o al menos el recuerdo de la bondad. Ella y Oliver Queen tienen un pasado en común, un pasado que no los condena, pero si los convierte en quienes son en la actualidad.
Oliver ha vivido durante dos años en una isla desierta luego de que el avión donde viajaba junto a su padres se estrellara, allí es donde conoce a Tess que es también capturada por unos traficantes que pretenden cobrar una recompensa por el joven Queen. Allí solo, desprotegido, Oliver a aprendido lo que vale la vida, a aprendido a no tener miedo y luchar con todas su fuerzas por lo que desea, así es como logra salvar a Tess y salir de la isla.
Su captor regresa muchos años después y lo envenena. Una flor que sólo existe en la isla y su antídoto que sólo lo produce Luthor Corps, que casualidad, son dos elementos de los que depende la vida de Oliver. Asistido por Davis Bloome en la casa de Chloe, la muerte se acerca a el, logrando ablandar el corazón de personas como Lois Lane, su antigua novia.
Finalmente Clark vuela hasta Brasil para buscar el antídoto en una de las empresas Luthor y logra darle a tiempo la cura a su amigo Oliver. En una de las últimas escenas Tess y Oliver conversan sobre su pasado en común, Tess se ha vuelto la mujer que siempre deseo ser dejando atrás su profesión y corazón, Oliver ha dejado de ser un niño rico para convertirse en un hombre comprometido con la humanidad, imaginamos que ya pocas cosas tienen en común.Via: seriesblog
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